Apúntate a La Emprescuela y accede ahora a todos los cursos
Venga, que lo estás deseando. Da el salto y empieza a crear tu negocio digital.
¡Muy buenas emprendedores! En el episodio de hoy hablaremos sobre el fracaso. Más en concreto, sobre qué hacer (y más importante, sobre qué no hacer) si nuestra idea de negocio no funciona y, como decíamos en el episodio anterior, tenemos que dedicarnos a otra cosa. ¡Vamos a ello!
No desesperes
A nadie le gusta que no le salgan las cosas, pero a veces las cosas no salen, es lo que hay. Lo que no tienes que permitir es que te pueda el ego y la rabia porque tu proyecto no ha salido, y no venirte abajo.
La mayoría de proyectos fracasan, es lo más habitual. Tómate este fracaso como un aprendizaje de por qué no ha funcionado, y piensa con calma si quieres seguir emprendiendo o no, o si deberías empezar por un proyecto más sencillo.
Puedes volver a intentarlo (si quieres)
Ya lo hemos dicho muchas veces, tanto aquí como en el canal: emprender no es una obligación. Y que un proyecto no salga, tampoco te condiciona para no poder volver a intentarlo con otro proyecto.
Quizás ahora no has conseguido tus objetivos, pero quédate con todo lo que has aprendido, y en caso de que quieras volver a emprender, utilízalo.
También te puedes encontrar con que, después de este primer intento con un primer proyecto, que quizás te hacía cierta ilusión por cualquier motivo, no quieras volver a emprender. No hay ningún problema con ello, no te lo tomes como algo personal, y busca algo donde puedas invertir tu tiempo y que encaje contigo (por ejemplo, un trabajo que te guste).
Recuerda por qué emprendiste
Para que una idea de negocio funcione, tiene que tener una razón de ser. No tiene que ser simplemente un capricho del emprendedor, sino algo que realmente ayude a la sociedad a resolver un problema concreto.
Aquí en La Emprescuela siempre decimos la misma frase: resolver un problema concreto de una audiencia concreta. Seguramente cuando empezaste sentiste que tú podías resolver mejor que otras empresas el problema al que te enfrentabas. Quédate con eso, y en un futuro, si vuelves a emprender para resolver el mismo problema, afróntalo de una forma más sencilla y práctica.
Normalmente un emprendedor no quiere ser emprendedor porque sí. Siempre hay algo de vocación. Por ejemplo, Laura y yo no queríamos emprender por emprender (seguramente ni siquiera usaba la palabra emprender por aquel entonces). Laura y yo queríamos hacer una academia. No una empresa cualquiera, queríamos hacer una academia.
Y si nos quitas eso ahora y tuviéramos que buscar otra cosa, quizás nos da por volver a emprender con otro proyecto, o quizás no. Quizás perderíamos la razón por la que queremos tener nuestro negocio, y nos buscaríamos un trabajo. La verdad es que no lo sé.
Lo que sí sé es que los emprendedores que realmente consiguen que sus empresas funcionen, son aquellos que buscan resolver un problema muy concreto, a veces incluso por un motivo personal. En nuestro caso, sentíamos que muchas academias no estaban haciendo las cosas como nosotros sentíamos que tenían que hacerse, y nos vimos muy motivados para crear nuestra propia academia.
Nosotros no sabemos sobre empresas de construcción, o de ingeniería, o de cualquier otro tipo. Sabemos sobre academias. Y por eso seguimos con nuestra academia. Quizás, si tuviéramos que crear una empresa de otro tipo, no nos gustaría y preferiríamos trabajar en otra cosa (o sí, la verdad es que no lo sé).
Lo que quiero decir con esto, es que seguramente no eres emprendedor por ser emprendedor. Porque un día te despertaste, viste un anuncio de YouTube donde te vendieron la moto de que ser emprendedor mola y decidiste ser emprendedor. Normalmente, esos ni siquiera llegan a empezar un proyecto. Si realmente te has decidido a emprender, seguramente sea porque el proyecto que querías realizar te hacía algo de ilusión.
Quédate con el problema que intentabas resolver con ese proyecto, simplifícalo, haz algo más sencillo y cuando te sientas listo (si quieres), vuelve a ponerte a ello, pero esta vez haciendo algo más fácil, con un modelo de negocio más simple, y que te permita generar ingresos reales como para cubrir tus costes. No intentes crear un Facebook o un Amazon.
No la líes
Esto es lo más importante de todo. Si después de todo lo que hemos dicho, ves que tu negocio no despega, no consigues validarlo y te estás quedando sin dinero, no la líes. No te dejes llevar por las emociones y hagas una locura para intentar por todas las formas que ese proyecto salga adelante. Es decir, no hagas cosas como empezar a endeudarte para poder continuar con el proyecto.
Si has hecho las cosas bien, es decir, has creado tu DAFO, tu CANVAS, tienes un modelo de negocio claro y sencillo, has creado tu PMV, lo has promocionado, y aún así no consigues vender, u obtienes un feedback negativo, ya tienes las pruebas que necesitas para dar por zanjado el proyecto, o al menos para dar un giro de 180 grados.
No intentes por todos los medios seguir erre que erre, ya simplemente por ego, por no quedar mal y decir que has fracasado, con ese proyecto. No pasa nada, simplemente se decide que ese proyecto no vende, y o bien se intenta hacer de otra forma más adelante, o bien nos dedicamos a otra cosa. Pero por favor, no la líes. No pidas dinero prestado ni hagas cosas que te puedan perjudicar en el futuro simplemente por una idea.
Espero que te haya gustado este capítulo del podcast, y si es así, no olvides darle me gusta, suscribirte al podcast, compartirlo, y por supuesto, pasarte por La Emprescuela en www.laemprescuela.com. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
Deja una respuesta