Apúntate a La Emprescuela y accede ahora a todos los cursos
Venga, que lo estás deseando. Da el salto y empieza a crear tu negocio digital.
¡Muy buenas emprendedores! En el episodio de hoy vamos a hablar sobre un concepto que se utiliza mucho en economía, que creo que es crucial para cualquier emprendedor. Se trata del coste de oportunidad, algo que nos afecta a todos queramos o no, ya que cada vez que tomamos una decisión, estamos renunciando a tomar cualquier otra.
Vamos a ver en qué consiste, cómo calcularlo y cómo podemos lidiar con nuestro coste de oportunidad.
Qué es el coste de oportunidad
El coste de oportunidad se define como aquello a lo que renunciamos por tomar una decisión. No tiene por qué ser un coste económico, ya que hay costes de diferentes tipos:
- Coste de tiempo
- Coste de esfuerzo
- Coste tecnológico
- Coste monetario
Al final, un coste no es más que la utilización de recursos para conseguir un fin. Todo aquello que queramos hacer, tendrá algún coste asociado. Siempre.
Si queremos pintar nuestra habitación, habrá un coste elijamos lo que elijamos:
- Nuestro tiempo y el coste de los materiales si pintamos nosotros
- Nuestro dinero si pinta un pintor
Este es el “gran problema” del coste de oportunidad. Que analizando cualquier situación de esta forma, siempre vamos a tener un coste. El coste de elegir.
Cómo calcular mi coste de oportunidad
El coste de oportunidad, antes de empezar, no es un coste que vayas a poder contabilizar como si fuese una factura a pagar. Es un coste invisible, no va a salir dinero de tu cartera (o sí, depende) por tener un coste de oportunidad. Ya que, como decía antes, el coste de oportunidad lo vas a tener siempre.
El coste de oportunidad variará en función de la situación en la que te encuentres. La forma de calcularlo, es dar un valor económico a aquello a lo que renuncias por tomar una decisión. Y no será siempre el mismo. No es como ponerle un precio a un producto.
Algunos ejemplos para que aprendas a calcular tu coste de oportunidad:
- Si decido ejecutar yo un servicio, renuncio a mi tiempo libre (incalculable). Si decido contratar a alguien para que ejecute por mí un servicio, renuncio al dinero que le entrego a mi empleado.
- Si decido limpiar yo mi oficina cada día, renuncio quizás a una hora diaria de tiempo. Si decido contratar a una persona que limpie por mí, renuncio al dinero que me cuesta dicha persona.
- Si decido ir a una reunión en transporte público y tardo 5 horas en lugar de las 2 horas que tardaría en coche, renuncio a 3 horas de mi tiempo. Si decido ir en coche, renuncio al coste de la gasolina, que podría ser mayor que lo que cuesta el transporte público.
- Si decido hacerme yo la comida cada día, renuncio a 1 ó 2 horas diarias de tiempo. Si decido ir a comprar comida preparada, renuncio al dinero que pago por la comida.
- Si estoy valorando realizar 2 inversiones, una que me proporcionará 10.000€ de ingresos, y otra que me proporcionará 8.000€, al elegir la inversión de 10.000€ estaré renunciando a los otros 8.000€, y viceversa.
Cómo minimizar mi coste de oportunidad
Como llevamos diciendo todo el episodio, no es posible eliminar el coste de oportunidad. Lo siento. Lo que sí puedes hacer, es minimizarlo.
Tampoco quiero que te obsesiones y analices racionalmente cada decisión que tomas en tu vida, por pequeña que sea. No es necesario. Lo que sí deberías hacer es analizar aquellas decisiones importantes que te afecten como emprendedor. Sobre todo en materia de dinero y tiempo.
Para mí, el coste más importante al que me enfrento cada día, y que no puedo evitar utilizar por el mero hecho de estar vivo, es el tiempo. El tiempo pasa quiera o no quiera. Y es el recurso que más me fastidia perder.
Gastar más o menos dinero, me da un poco igual, la verdad (siempre siendo coherentes, obviamente). Pero perder el tiempo, me fastidia muchísimo. Por ello, yo te recomendaría que intentes evitar utilizar tu tiempo en tareas que sean de escaso valor en la medida de lo posible.
Delega todo lo que puedas, y externaliza todo aquello de lo que no puedas o no te quieras encargar. Veo a muchos autónomos intentando hacerlo todo ellos solos, y no tiene ningún sentido. Un emprendedor tiene un único objetivo: desarrollar su proyecto y hacer la vida más fácil a sus clientes con él. Es en eso en lo que te tienes que centrar.
Si no sabes de impuestos, deja de intentar aprender a hacer tu propia declaración de la renta y contrata a un gestor. Si no sabes de páginas web, utiliza alguna herramienta que sea más sencilla que desarrollarte tu propia web por ti mismo, o paga a alguien para que te la haga. Y así con todo.
Si te desvías lo menos posible y centras tus esfuerzos en hacerle la vida más fácil a tus clientes, tu proyecto despegará.
Y esto es aplicable a la vida en general, no solo al emprendimiento. Si tienes la capacidad económica de que otras personas te ayuden con aquello que se te da peor, aprovéchalo. Compra tiempo con tu dinero siempre que puedas, y utiliza ese tiempo para generar más dinero, o para disfrutar, o para lo que quieras.
Espero que te haya gustado este capítulo del podcast, y si es así, no olvides darle me gusta, suscribirte al podcast, compartirlo, y por supuesto, pasarte por La Emprescuela en www.laemprescuela.com. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
Apúntate a La Emprescuela y accede ahora a todos los cursos
Venga, que lo estás deseando. Da el salto y empieza a crear tu negocio digital.
Deja una respuesta