¡Muy buenas emprendedores! En el episodio de hoy quiero hablaros sobre algo muy divertido e interesante, que alegra todos mis trimestres. En este episodio hablaremos sobre cómo funciona el IRPF, el impuesto por excelencia que grava los ingresos de todas las personas físicas.
Antes de empezar, aviso: no vamos a explicar el impuesto al completo, porque necesitaríamos una temporada entera de episodios. Vamos a centrarnos en el IRPF para una persona que quiere emprender como autónomo, que entiendo que es la mayoría de la gente que consume mis contenidos.
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Quién tiene que tributar por IRPF
Hacienda dice que cualquier persona física que ejerza una actividad económica ordenando por cuenta propia medios de producción y/o recursos humanos, siendo su finalidad la de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios.
En cristiano, si montamos un negocio, por pequeño que sea, con el fin de obtener unos ingresos a través de la venta de productos o servicios, deberemos dar cuentas a Hacienda sobre nuestros ingresos y tributar en el IRPF.
Básicamente, cualquier autónomo tiene que declarar sus ingresos en el IRPF. Y ojo, por poco que se facture, tiene que declararse. He escuchado muchas veces el tema de no llegar al salario mínimo, o ser autónomo con pocos ingresos, y para hacerlo bien, tenemos que estar dados de alta tanto en Hacienda como en la Seguridad Social desde el primer momento en el que empezamos a vender.
Qué regímenes existen en el IRPF para los autónomos
El IRPF para los autónomos permite declarar los ingresos a través de 3 regímenes para calcular los impuestos. Vamos a explicar cada uno de ellos.
Estimación objetiva (por módulos)
Este es el más sencillo. Consiste en calcular los impuestos correspondientes a partir de una serie de factores que marca Hacienda. Aplicando unos coeficientes, se calcula de forma “objetiva” cuánto hay que pagar por IRPF.
El método de estimación objetiva se aplica el régimen de estimación objetiva exclusivamente a empresarios y profesionales que cumplan ciertos requisitos que marca Hacienda.
El rendimiento neto (el que cuenta para sacar los impuestos a pagar) se calcula multiplicando los importes fijados para los módulos, por el número de unidades del mismo empleadas. El modelo que hay que presentar es el 131.
Puedes ver todo el detalle en la web oficial de Hacienda aquí: https://www.agenciatributaria.es/AEAT.internet/Inicio/_Segmentos_/Empresas_y_profesionales/Empresarios_individuales_y_profesionales/Rendimientos_de_actividades_economicas_en_el_IRPF/Regimenes_para_determinar_el_rendimiento_de_las_actividades_economicas/Estimacion_Objetiva.shtml
Estimación directa
Para todos aquellos que no pueden acogerse a la estimación objetiva, tenemos la estimación directa.
Dentro de la estimación directa, hay 2 tipos:
- La estimación directa simplificada
- La estimación directa normal
Como su propio nombre indica, la estimación directa simplificada es más sencilla que la estimación directa normal, y a esta es a la que se acogerán todos los autónomos que no puedan tributar por módulos, y que no estén obligados por Hacienda a tributar por estimación directa normal (que es más compleja).
En la estimación directa, el autónomo ha de calcular su rendimiento neto (ingresos menos gastos), y sobre este rendimiento, multiplicar un porcentaje para calcular los impuestos a pagar.
Es importante destacar que hay dos formas de tributar por este impuesto:
- Todos los autónomos que estén acogidos a una actividad empresarial en el IAE, tendrán que pagar cada trimestre un 20% como pago a cuenta del impuesto sobre el rendimiento neto total del trimestre. Así, durante cada trimestre iremos haciendo “adelantos” del impuesto, y en la declaración de la renta (que se hace al año siguiente) se calculará cuánto hemos adelantado ya, y cuánto deberíamos haber pagado. Si hemos pagado de más, la declaración saldrá a devolver, y si hemos pagado de menos, saldrá a pagar.
- Los autónomos que tributen en una actividad marcada como profesional, no tendrán que hacer estos pagos a cuenta cada trimestre (normalmente), sino que directamente aplicarán una retención en sus facturas (del 7% o del 15%), y no tendrán que hacer más.
La estimación directa normal se aplicará para aquellos autónomos que tengan una cifra de negocios mayor de 600.000€ anuales, o que hayan renunciado a la estimación directa simplificada.
Esta modalidad es algo más compleja, ya que también se aplica la normativa del Impuesto de Sociedades.
A nivel de obligaciones contables, la contabilidad se rige por el código de comercio y el Plan General de Contabilidad para las actividades mercantiles, y el libro normal de ingresos y gastos y bienes de inversión para actividades no mercantiles. También se pueden realizar actividades profesionales.
En caso de tener que hacer pagos a cuenta, el modelo que hay que presentar será el 130.
Espero que te haya gustado este capítulo del podcast, y si es así, no olvides darle me gusta, suscribirte al podcast, compartirlo, y por supuesto, pasarte por La Emprescuela en laemprescuela.com. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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