¡Muy buenas emprendedores! En el episodio de hoy vamos a hablar sobre algo que creo que es importante destacar para cualquier emprendedor. Algo que al menos a mí me afecta bastante, y que quiero que veáis como algo normal cuando empecéis un proyecto nuevo. Vamos a hablar sobre el caos. Algo que ocurre de forma irremediable en cualquier proyecto, y que podemos aprender a gestionar.
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¿Qué es el caos?
Básicamente, el caos es la falta de orden. Y no estoy diciendo que los emprendedores no sean ordenados (hay de todo). Digo que, cuando empezamos con un proyecto nuevo, son tantas las cosas que surgen por todos lados, que durante una etapa tendremos cierto descontrol. Ocurrirán miles de cosas que no teníamos previstas, y lo que nosotros habíamos previsto en un inicio, posiblemente ni se le acerque a lo que va a ocurrir en realidad.
El caos no siempre es malo. Cuando tenemos una idea de negocio y la queremos desarrollar, empiezan a surgir cosas muy rápido. Se nos ocurren un montón de formas de materializar nuestra idea de negocio, y cuando empezamos a tener los primeros clientes, nos empezarán a pedir cosas muy diversas. Esto nos puede ayudar a encontrar horizontes nuevos, y es interesante explorar las opciones que se nos vayan presentando, pero es muy importante marcarse unos límites que diferencien bien lo que vamos a hacer y lo que no. Si no hacemos esto, nos vamos a perder.
Los límites, la clave para luchar contra el desorden
Esto que voy a decir ahora, es muy importante que te lo grabes a fuego: márcate unos límites claros. El primero que tiene que saber cuáles son los límites, eres tú. Básicamente porque los demás siempre van a pedirte cosas, que, sin mala intención, van a intentar desviarte constantemente de tu objetivo.
Habrá gente que te proponga nuevos servicios, productos, negocios… Por eso, es muy importante saber qué quieres hacer, pero es aún más importante saber qué no quieres hacer.
Por esto es tan importante el tema de la propuesta de valor, del DAFO y del CANVAS. Esto es lo que vemos constantemente en el curso de negocios online. ¿Para qué ha nacido tu negocio? ¿Qué obtiene la sociedad a través de él? ¿Cómo va a mejorar el mundo con tu producto o servicio? Hazte estas preguntas y utilizalas para marcarte límites. Y con estos límites, irás cercando cada vez más ese caos inicial. Irás haciendo que se vaya haciendo más pequeñito, y que finalmente quede reducido a la mínima expresión.
Caso real de caos al emprender: Netflix
Además, para poneros en contexto, quiero hablaros de cómo empezó Netflix. Una gran empresa del mundo del entretenimiento audiovisual que todo el mundo conoce. Pero que no era tan grande y tan perfecta en sus inicios. Para todos aquellos a los que os interese el mundo del emprendimiento, os recomiendo el libro “Eso nunca funcionará”, donde uno de los fundadores de Netflix cuenta toda la historia con peros y señales. Podéis encontrarlo en Amazon.
Netflix se creó porque sus socios fundadores querían montar su propio negocio en internet. Ya está. No hay una gran historia detrás. Después de que los dos fundadores decidieran que querían montar un negocio y de descartar un montón de ideas, dieron con la de alquilar películas en DVD a través de Internet, después de que a Reed Hastings le cobraran una sanción por devolver tarde una película en Blockbuster (que ya está prácticamente extinguida).
Cuando empezaron con Netflix, la idea era vender y alquilar películas a través de Internet. La gente entraría en una web, y después de hacer el pago, le llegaría a casa un sobrecito con el DVD que había pedido en la web. Fijaos cómo ha cambiado todo.
Al principio, Netflix no sólo alquilaba películas en DVD (que fue su negocio principal durante bastante tiempo), sino que también las vendían. Y las ventas de DVD eran su principal fuente de ingresos, aunque ellos sabían que no podrían competir cuando Amazon entrase a hacer lo mismo, pero mejor.
En Netflix tenían un montón de líos al principio. Todo era caos. Cuando lanzaron la web, se les estuvo cayendo el servidor durante todo el día. Estuvieron perdiendo dinero un montón de tiempo por malas promociones que hicieron con Toshiba y Sony. Y estuvieron a punto de cerrar. Y con todo esto, se centraron en lo que realmente querían hacer: alquilar DVDs, no venderlos.
Encontraron sus límites y supieron focalizar en lo que ellos consideraban que era su propuesta de valor: que un cliente pudiera disponer de las películas que quería de la forma más rápida y cómoda posible. Lo que hacían los videoclubs de toda la vida, pero más fácil, sin tener que coger el coche ni lidiar con las colas de gente esperando, o las molestas sanciones que les ponían continuamente.
Y cuando aprendieron a focalizar y a poner límites en lo que no querían hacer, fue cuando Netflix se disparó.
Es totalmente normal tener que lidiar con el caos al principio de montar un negocio. Por lo que, céntrate en definir tu propuesta de valor y establece ciertos límites para poder focalizar y avanzar, y verás como poco a poco el caos va disminuyendo.Espero que te haya gustado este capítulo del podcast, y si es así, no olvides darle me gusta, suscribirte al podcast, compartirlo, y por supuesto, pasarte por La Emprescuela en laemprescuela.com. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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